Villa Amarisa

Cada una de las cinco habitaciones de Villa Amarisa es única y sus estilos y decoraciones no se repiten. Dos de las habitaciones más extravagantes están amuebladas con camas de tamaño king y cuentan con acogedores asientos adicionales, interiores opulentos y ricos con tapices y tejidos en tonos joya, así como obras de arte que cubren las paredes. Un dormitorio tiene dos camas de matrimonio con dosel y un intrincado armazón de alambre, mientras que otro tiene tres camas individuales sobre una plataforma de madera elevada. El último dormitorio también tiene una cama de matrimonio.

Todas las habitaciones tienen aire acondicionado y están diseñadas con esmero para ofrecer la mejor experiencia. Disponen de cuarto de baño privado con todas las comodidades necesarias, así como otros servicios para su uso.

La piscina olímpica se extiende hasta las aguas azules del océano y la exuberante flora que la rodea es sólo la guinda del pastel. Para disfrutar de unas vistas de ensueño, relájese en la terraza junto a la piscina, donde tiene a su disposición varias cómodas tumbonas orientadas al panorama bajo un techo tailandés de madera. Incluso encontrará un comedor al aire libre en la misma terraza para un banquete íntimo con sus seres queridos. Decorada con piezas únicas de toda Asia, la terraza es sólo el principio de una de las mejores villas de la ciudad.

La zona de estar, rodeada de paredes de cristal con vistas a la belleza paisajística de la zona, está situada junto a la piscina y es un espacio más formal y moderno con toques de tradición que se observan en sus muebles rústicos hechos a mano. Amueblado cómodamente con sofás de felpa, sillas con respaldo, mesas de centro antiguas y un sofá, el salón es el lugar ideal para relajarse después de un largo y agotador día. Los suelos de madera están adornados con alfombras tejidas en la zona y cerca hay una mesa de trabajo que puede servir de caballete si eres pintor.

Eche un vistazo a alguno de los libros de sobremesa o tómese algo en el bar interior, que está bien surtido mientras se pone el sol y se encienden las luces. Esta mezcla de lo antiguo y lo nuevo confiere a Villa Amarisa un carácter único. Hay pasadizos y corredores convertidos en galerías de arte en las que puede pasar horas si le intriga. Piezas selectas se exponen a la vista para crear un espacio magnífico y saludable. El comedor formal también se encuentra en el interior, con una mesa para 15 comensales. También hay una cocina de acero inoxidable totalmente equipada.

Villa Amarisa es una propiedad dotada de todo el personal necesario, con servicios como limpieza, mantenimiento, asistencia personal para atender las necesidades individuales y seguridad. Hay ciertos servicios disponibles bajo petición, como lavandería, masajes, alquiler de coches o barcos, traslados al aeropuerto y chef privado.