El ambiente sosegado y tranquilo de Koh Lanta prepara el terreno para una escapada relajada. A diferencia de las islas más populares de Phuket o Samui, Koh Lanta no atrae a una gran multitud de turistas, y sus playas permanecen relativamente poco concurridas durante todo el año. Mientras que relajarse a un ritmo pausado es la forma de vida aquí, hay una amplia gama de atracciones para adaptarse a diferentes estados de ánimo y preferencias - de descansar en la playa, ir de excursión a una atracción cueva o bucear en una isla en alta mar.
Su villa de Koh Lanta goza de vistas ininterrumpidas de la vegetación tropical, terrenos bañados por el sol y fácil acceso a la playa. La piscina infinita brilla bajo el sol, las salas al aire libre ofrecen un lugar fresco para masajes y yoga, y las salas de estar, bellamente decoradas, ofrecen comodidad con aire acondicionado. La decoración es una mezcla de elementos de diseño tradicionales y contemporáneos, y el servicio es impecable. Si se solicita, se pueden organizar experiencias en la villa, como cenas privadas, clases de yoga o masajes.
Elija una de las muchas playas de la isla. Si viaja con niños pequeños, lo mejor es dirigirse al norte, a las playas de Kay Kwang o Klong Dao. La suave pendiente de sus orillas y la poca profundidad de sus aguas son ideales para los niños. Phra Ae, también conocida como Long Beach, ofrece un ambiente diferente; su animada vida nocturna atrae a una multitud compuesta en su mayoría por jóvenes veraneantes.
¿Desea relajarse? Está la playa de Klong Kong, en el centro de la isla, con una hermosa costa de arena blanca y un puñado de chiringuitos. O diríjase al sur, a la bahía de Kantiang. Pocos viajeros se aventuran por aquí, así que no tendrá que codearse con multitudes de buscadores de sol.
La isla ofrece una amplia variedad de opciones gastronómicas que se adaptan a diferentes estados de ánimo y preferencias. Nuestros restaurantes favoritos son el Seven Seas Wine Bar and Restaurant y el Tides Restaurant (ambos ofrecen unas vistas espectaculares de la puesta de sol). El Rak Talae Beach Bar, situado en los terrenos del Pimalai Resort, es una buena opción para tomar una copa al atardecer. También está la taberna griega El Greco, un local informal frente al mar que sirve comida mediterránea de generosas proporciones, y Caoutchouc, un tranquilo bar situado en el casco antiguo.
Más allá de la playa, Koh Lanta ofrece mucho que ver y hacer: yoga, clases de cocina tailandesa, escalada, submarinismo, excursiones en moto y mucho más. Nos gusta Oasis Yoga por su entorno al aire libre y su ambiente sereno, Time for Lime por sus clases de cocina informativas, Lanta Paintball and Bouldering Cafe por sus instalaciones de paintball y boulder de primera categoría y Pimalai Resort and Spa por sus decadentes tratamientos de spa, que van desde exfoliantes de sal marina a envolturas de arcilla y tratamientos faciales. También puede hacer una excursión de un día a Krabi, a una hora de distancia, para experimentar el ambiente más animado de esta isla. No dude en ponerse en contacto con nosotros (o con el responsable de su villa) si necesita más información para planificar su itinerario de viaje.
